lunes, 14 de diciembre de 2020
miércoles, 9 de diciembre de 2020
martes, 8 de diciembre de 2020
El peso de las emociones
Muchas veces relacionamos las enfermedades con el estado físico y sin embargo no todas son así muchas
tienen relación con las emociones en
este caso, La obesidad y el sobrepeso tienen muchos sus conflictos emocionales
el estrés, inseguridad, ira depresión,
ansiedad tristeza, impotencia y
rechazo pueden provocar estas
enfermedades Las personas con sobrepeso suelen tener sentimientos de miedo y se
suelen sentirse desprotegidas, en muchos casos suelen ser personas con
carencias afectivas. La comida se convierte en un refugio.
Para esto hemos realizado propuestas para
autorregular estas emociones y evitar contraer esta enfermedad.
1. Muévete más
Establecer una rutina de ejercicios durante 6
meses, cada semana por lo menos 3 días durante 30 hora, recomendable hacer un
diagnóstico de salud para poder elegir una rutina personalizada conforme a
nuestras capacidades físicas podemos ir aumentando la frecuencia de nuestra
rutina, después de 6 meses continuar haciendo ejercicio de manera más frecuente
y disfrutar de los resultados.
2. Lleva una alimentación más saludable
Acudir con un nutriólogo que elabore una dieta
para mí, lo que queremos lograr es una mejor alimentación, tendremos que seguir
esa dieta durante 6 meses y cambiarla después la dieta tiene que establecer
todos los apartador del plato del bien comer
3. No te prives de darte algún capricho de vez en cuando
Puede que estés siguiendo una de esas
estrictas dietas, pero es casi seguro que tu fuerza de voluntad esté a punto de
flaquear. La vida es demasiado corta como para ser infelices. No decimos que te
vayas a un buffet de comida rápida y te pongas morado, pero por comerte una
onza de chocolate de vez en cuando (negro 100% es el mejor para tu salud) o
tomarte una cervecilla con tus amigos tampoco va a pasar nada. La clave está en
no caer en excesos. Esto estaremos intentando durante 1 año después de este
tiempo estamos seguros de que se nos hará una costumbre, pero hay que
iniciarla.
martes, 1 de diciembre de 2020
Les compartimos este video
De la obesidad como enfermedad al "problema social": ¿hacia un verdadero abordaje socio-cultural?
Decíamos que la definición de la obesidad y el sobrepeso como problema global de salud pública entraña más dificultades de lo que parece. Desde el punto de vista más próximo a las ciencias sociales críticas, las dificultades de definición y delimitación que dichas entidades ofrecen a la biomedicina son signos de que nos encontramos ante una cuestión profundamente relacionada con la extensión de ciertas lógicas sociales, que quedan parcialmente veladas por los discursos hegemónicos y aparentemente neutros sobre la cuestión. Así frente a la construcción médica del fenómeno, que tiende a resaltar su configuración bio-cultural, vehiculada a través de la referencia a procesos evolutivos y modernizadores que se yuxtaponen, y que desembocan mayoritariamente en la búsqueda de salidas individualizadoras como dietas, terapias, cirugías. En nuestro caso parece mucho más interesante resaltar las mediaciones de las tecnologías científico-sociales medicalizado ras y otros sistemas ético-morales en torno al cuerpo, la identidad o la responsabilidad, para así defender la necesidad de optar por la búsqueda de salidas desde lo colectivo, desde un verdadero intento de comprender las complejas raíces socio-culturales del problema.
La obesidad como problema social: ética, tecnologías, políticas
La problematización social en torno a la obesidad y el sobrepeso en los últimos años articula dos dimensiones. La estética, por la valoración social de la delgadez y el culto a cierto tipo idealizado de cuerpos en correspondencia con ideales dimensionados culturalmente, que articulan como si de algo intrínseco se tratara significados asociados a nociones como belleza, vigor, juventud, o salud. En el mismo sentido, una dimensión moral que tiende a contraponer la glotonería o la dejadez con la fuerza de voluntad, el autocontrol, ordenando la voluntad de manejar las ingestas alimenticias y los valores asociados que ahora tiene que ver con la propia idea de uno que transmitimos a los demás. La responsabilización de los adultos sobre su dieta y la de los suyos muestra una vez más cómo una de las tendencias más representativas en las sociedades actuales es, precisamente, la de individualizar los problemas colectivos
Numerosos trabajos centrados en historiar los procesos de medicalización y de emergencia de las técnicas de intervención social (higienizó, promoción de la salud...), nos advierten cómo la salud ha sido un espacio clave de problematización, experimentación y actuación ética y tecnológica sobre la existencia de las personas desde el origen de las sociedades modernas, que entre otras funciones sociales, habría jugado un papel estratégico a la hora de intentar inculcar diversos tipos de hábitos y de formas de regulación de la vida cotidiana, especialmente entre determinados grupos sociales considerados "incultos", "desviados", o "peligrosos". Así hoy día, no resulta complicado encontrar en prensa de diferentes países, noticias que llaman la atención sobre casos en los que las autoridades pertinentes retiran la custodia de menores a sus respectivos padres, debido a lo que se consideran problemas graves de sobrepeso que, según las medidas adoptadas, se estiman fruto de la irresponsabilidad en el cuidado de sus hijos por parte de estos.
¿Qué es la obesidad?
La obesidad se define como un aumento de composición de grasa corporal. Este aumento se traduce en un incremento del peso y aunque no todo incremento del peso corporal es debido a un aumento del tejido adiposo, en la práctica médica el concepto de obesidad está relacionado con el peso corporal. La obesidad debe ser entendida como una enfermedad crónica, de forma semejante que lo es la diabetes mellitus o la hipertensión arterial.
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que suele iniciarse en la infancia y adolescencia, y que tiene su origen en una interacción genética y ambiental, siendo más importante la parte ambiental o conductual, que se establece por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético.
La obesidad es la enfermedad metabólica más prevalente del mundo occidental y es fuente de una gran morbimortalidad y costes.